El anillo de compromiso es mucho más que una joya:
Simboliza un pacto, una historia compartida y una pieza pensada para acompañar todos los días. Acá vas a encontrar su origen, su evolución y consejos prácticos para elegir el indicado según tu estilo y tu vida cotidiana.
Un recorrido por la historia
Antigüedad: el gesto de sellar promesas con un aro es antiquísimo. En Occidente, se popularizó la idea de usar el anular izquierdo por la vena amoris, una creencia medieval que decía que una vena iba directo al corazón (mito romántico, no anatómicamente correcto). Fuente: GIA y literatura académica reciente.
Edad Media y Renacimiento: aparecen diseños con manos entrelazadas (fede), anillos con inscripciones (posy) y los gimmel de dos o tres aros que encastran. En 1477, el archiduque Maximiliano de Austria pidió en compromiso a María de Borgoña con un anillo de diamantes: es uno de los primeros registros del diamante como piedra de compromiso.
Siglo XIX–XX: con la industrialización y nuevas fuentes de gemas crece el acceso. En 1947, la campaña “A Diamond Is Forever” de De Beers fija el diamante como estándar aspiracional en muchos mercados.
Significados que perduran
- Compromiso público y personal.
- Continuidad: el círculo sin fin representa la permanencia del vínculo.
- Identidad: el estilo elegido cuenta la historia de la pareja.
Tendencias actuales (2024–2025)
- Piedras alternativas y color: zafiros, esmeraldas, morganita y combinaciones asimétricas.
- Diamantes de laboratorio: misma composición y brillo que los naturales, con fuerte adopción por precio y trazabilidad. El mercado sigue creciendo a escala global.
- Diseño minimalista o “chunky” escultural: bandas con presencia y perfiles cómodos para uso diario.
- Revival vintage: guiños Art Déco y Victoriano con técnicas modernas.
Cómo elegir tu anillo (guía práctica)
- Medida: pedí una medición o un anillo ajustable; es mejor sobrar que faltar.
- Metal: oro 18K (amarillo, blanco o rosa) o platino si buscás máxima durabilidad.
- Piedra: considerá las 4C del diamante (color, claridad, corte y quilates) o equivalentes en otras gemas; pedí certificación cuando corresponda (GIA, etc.).
- Engaste: perfiles bajos y seguros si vivís con las manos “en movimiento” (transporte, ropa, gym).
- Proporción: probá el diseño en tu mano; buscá equilibrio entre tamaño de piedra, ancho de aro y comodidad.
- Servicio postventa: pulido, limpieza, control de garras y garantía clara.
FAQ
¿Tiene que ser un diamante sí o sí?
No. El diamante es un clásico, pero hoy triunfan alternativas de color y los diamantes de laboratorio, que comparten propiedades ópticas con los naturales.
¿Por qué va en el anular izquierdo?
Por la tradición de la vena amoris. Es un mito con siglos de historia, no una verdad anatómica.
¿Sigo usando el anillo después de casarnos?
Sí. Podés combinarlo con la alianza o llevarlo en otra mano según costumbre y comodidad.
Galería histórica (para inspirarte)
¿Querés ver modelos listos para entregar o diseñar uno a medida? Visitá nuestra categoría Anillos de compromiso o escribinos por consulta personalizada.
