Por qué una joya de plata puede costar el doble que otra

Si alguna vez viste dos dijes “idénticos” en distintas tiendas —o incluso la misma foto— y uno cuesta el doble, no es una trampa visual. En joyería, el precio no lo define solo la imagen: lo define lo que no ves a simple vista. Acá te contamos los factores reales que hacen que una joya de plata valga más (o menos), para que compares con criterio y elijas con tranquilidad.

1) Peso real de la pieza (sí, los gramos importan)

Dos dijes iguales en foto pueden tener pesos distintos. Un dije de 10 g usa el doble de plata que uno de 5 g, por eso cambia su valor final. Además, piezas macizas suelen pesar (y costar) más que piezas huecas. Siempre que puedas, pedí el peso en gramos en la ficha técnica o por mensaje.

2) Ley o pureza de la plata

La plata para joyería suele ser plata 925 (también llamada “esterlina”), una aleación con 92,5 % de plata y 7,5 % de otros metales, generalmente cobre. Es el estándar por su equilibrio entre belleza y dureza. Existen otras leyes (950, 900, etc.), y cada una impacta en durabilidad, color y costo. Si dos piezas “iguales” están hechas con leyes distintas, su precio también va a diferir.

3) Técnica: fundición vs. fabricación artesanal

Una pieza puede lograrse por fundición (ideal para series y costos más bajos) o por fabricación/forja artesanal (corte, laminado, soldado, texturizado a mano). Ambas técnicas son válidas y pueden dar alta calidad, pero el tiempo de banco y el nivel de oficio suelen ser mayores en procesos artesanales complejos, y eso pesa en el precio.

4) Terminaciones y recubrimientos

• Pulido espejo, satín o martillado: cada acabado suma horas de trabajo y controles extra.
• Baño de rodio: algunas piezas de plata se recubren con rodio (metal del grupo del platino) para mayor brillo y resistencia superficial; es un proceso adicional que incide en el precio.
• Oxidados controlados o patinas: requieren química y protección para que el efecto dure.

5) Piedras, engastes y microdetalles

No es lo mismo un dije liso que uno con piedras engarzadas, microgarras o canal. Un buen engarce demanda precisión, experiencia y control de calidad (que la piedra no se caiga, que quede alineada y segura). Es un costo de mano de obra real que muchas veces la foto no muestra.

6) Diseño, autoría y serie

Una pieza de autor, de serie corta o con diseño propio puede costar más que una producida en grandes volúmenes a partir de un molde compartido. Dos fotos iguales pueden esconder realidades distintas: una puede ser de un taller local con pequeñas tandas y otra de una fábrica con miles de unidades.

7) Procedencia, garantías y postventa

La procedencia (nacional vs. importación), los controles de calidad, la garantía, el ajuste de talle incluido o el cambio de baño con el tiempo son servicios que agregan valor. Es parte del precio, aunque no se vea en la foto.

“Pero se ven iguales en la web” — ejemplos concretos

• Mismo dije, diferente peso: uno hueco de 5 g vs. otro macizo de 10 g.
• Mismo molde, distinto metal: plata 925 vs. plata 950.
• Mismo diseño, otra terminación: uno con baño de rodio y pulido espejo; el otro, plata a la vista sin recubrimiento.
• Mismo frente, distinto reverso: uno tiene refuerzos internos, biseles y engarces más robustos; el otro, no.

Cómo comparar joyas de plata de verdad (checklist rápido)

• Peso en gramos (pedilo siempre).
• Ley del metal (925, 950, etc.).
• ¿Maciza o hueca?
• Terminación (pulido, satín, martillado) y si tiene baño de rodio.
• Piedras y tipo de engaste (uñas, canal, micropavé).
• Técnica (fundición/serie vs. fabricación artesanal).
• Garantía y postventa (ajustes, mantenimiento, repulido).

FAQs rápidas

Conclusión

Cuando compares joyas de plata en distintos comercios o en la web, no te quedes solo con la foto. Pedí peso, ley, técnica y terminación. Es la forma más clara de entender por qué dos piezas que se ven iguales pueden costar distinto — y elegir la que mejor se adapta a tu gusto, a tu uso y a tu presupuesto.